Como relajar la Mandíbula
Valora este artículo

Uno de los síntomas más evidentes del estrés es la contractura mandibular. Durante todo el día, las preocupaciones excesivas nos hacen tensar el cuerpo y la cara. Luego, al acostarnos a dormir, cuando supuestamente deberíamos relajarnos para descansar, nos llevamos a la cama una serie de preocupaciones que generalmente están escondidas detrás de los pensamientos.

Nuestra mandíbula, maxilares superior e inferior, se presionan. Crujen los dientes… estamos sufriendo internamente sin ser conscientes de ello. Lo mejor es intentar relajarnos. ¿Cómo? En las próximas líneas te daremos algunas ideas de cómo relajar la mandíbula, el cuello y, sobre todo, la mente.

Cómo relajar mandíbula y cuello

El hábito de relajar el cuerpo completo no es una práctica que deben emplear solamente aquellos que se dedican al yoga. Es un ejercicio que deberíamos hacer todos sin excepción. Es bien conocido que la tensión muscular es el origen de muchas enfermedades, pero hoy nos dedicaremos al llamado bruxismo.

Apretar mandíbulas, cuello y los trapecios o músculos laterales al cuello, es una de las características de las personas sumamente estresadas. Y en la noche, al dormir, el rechinar de dientes refleja todo lo que cargamos en nuestras espaldas, producto de nuestra mente que sigue trabajando entorno a los problemas. Eso es bruxismo.

Pero el problema mayor lo asume el cuerpo. Apretar la mandíbula y rechinar los dientes trae como consecuencia inicial el desgaste de las piezas dentales y la articulación de la mandíbula, produciendo posteriormente dolores musculares y cefaleas.

Más aún, el cuerpo todo tenso genera cortisona, una sustancia que destruye las células. Baste esto para considerar la necesidad de iniciar el saludable hábito de relajarnos completamente, con mayor razón si sufrimos de bruxismo ya manifiesto.

Esto no es sencillo, tomando en cuenta que se trata de un acto inconsciente.

Los estudios realizados indican que un alto porcentaje de la población mundial sufrimos de estrés y más del 20% de nosotros lo manifiesta a través del bruxismo.

Estos mismos especialistas muestran datos preocupantes como que al apretar la mandíbula de manera inconsciente, se están descargando sobre los dientes y mandíbulas una presión de más de 100 kilogramos.

Una de las soluciones propuestas por la ciencia médica es atacar el síntoma con férulas de descarga, que consisten en un protector dental que recibe toda la presión de la mandíbula para no afectar la dentadura. Pero esto no es una solución.

La presión mandibular continúa y los daños colaterales sobre músculos especialmente del cuello también.

En tal sentido, saber cómo relajar mandíbula y cuello es fundamental. Y el primer paso es concientizar esa tensión que estamos ejerciendo.

Existen muchos ejercicios que puedes comenzar a practicar y que te darán excelentes resultados, como estirar y aflojar los músculos del cuerpo y la cara, así como aplicarse masajes faciales. Todos ellos complementados con una respiración profunda y continuada, concentrando la mente únicamente en ella.

Los ejercicios de relajación funcionan, pero más aún si en el momento de hacerlos, intentamos practicar la presencia. Esto ayudará cien por ciento a eliminar el bruxismo y su origen: la tensión mental.

Relajar la mandíbula por la noche

Es en la noche, al acostarnos, cuando más se manifiesta este síntoma de contractura mandibular. Sin darse cuenta, el individuo estresado, aun durmiendo aprieta los músculos de la mandíbula, ejerciendo presión sobre los dientes los cuales producen un chirrido, audible para quien lo acompaña.

De manera que, resulta absolutamente necesario aprender a relajar la mandíbula por la noche. Y todo comienza, como ya lo expresamos anteriormente, con tomar conciencia de ello e intentar la relajación intencional de esta zona

Es posible que, en un principio, lo hagamos y luego, al instante siguiente lo olvidemos. Ya que es inconsciente, vuelve a contraerse el músculo. Hay que notarlo, hacer un esfuerzo y volver a relajar. Con la práctica se puede lograr fácilmente relajar mandíbula dormir

Para alcanzar la relajación se pueden realizar ejercicios de estiramiento mandibular, de cuello e incluso de la lengua. Estos los detallaremos en el próximo encabezado. Pero antes de finalizar esta sección, te sugerimos también ciertos ejercicios que bien puedes hacer al acostarte.

Estos ejercicios relajarán todo tu cuerpo y te ayudarán a tomar conciencia de las tensiones existentes en él y, a la vez, incursionar en el ámbito de la presencia. Los mismos te permitirán descansar de la tensión del día, beneficiándote tanto física como psicológicamente.

Uno de ellos consiste en acostarte en tu cama, ya listo para dormir, y colocarte boca arriba con los brazos a los lados, palmas de las manos hacia arriba, las piernas ligeramente separadas. Tomar tres respiraciones profundas, despacio. Exhalar despacio.

Luego, comenzarás por los pies: estirarlos por 5 segundos y aflojar. Vas subiendo: los músculos de las piernas, estirarlos por 5 segundos y aflojar. Así hasta completar todas y cada una de las partes del cuerpo, incluyendo por supuesto la cara y, principalmente, la mandíbula.

El tomar conciencia de cada parte del cuerpo es importantísimo para iniciarse en la práctica de la presencia. La magia de esto es que, al tomar conciencia del cuerpo, éste automáticamente tiende a relajarse.

Es importante hacer notar que, la atención sobre cada parte del cuerpo no debe admitir pensamiento alguno. Este punto es imprescindible.

Luego de recorrer con nuestra conciencia el cuerpo, debes darte-cuenta-de-él. Esto significa tomar conciencia del cuerpo entero, sentirlo… y respirar profundamente. Puedes también alternar la conciencia entre el cuerpo y la respiración. Con este ejercicio, tu cuerpo profundamente relajado y agradecido, descansará y te dormirás.

Otro ejercicio que es un complemento del anterior, consiste en que, luego de lograr la relajación como se indicó, proceder a observar, sin pensamiento alguno, tu proceso respiratorio durante al menos 15 minutos. Lo más probable es que, antes de tiempo te quedes dormido, pero lo harás totalmente relajado.

Se aconseja este último ejercicio dos veces al día: por la mañana al nada más despertar y en la noche antes de dormir.

Ejercicios para relajar la mandíbula bruxismo

Existen una serie de ejercicios y recomendaciones que pueden ayudarte a disminuir la tensión mandibular. Y, aunque como ya lo hemos dicho, la mandíbula no se tensa sola sino con el cuerpo completo, junto a la relajación anterior los expertos recomiendan ciertos ejercicios para relajar la mandíbula bruxismo.

Uno de ellos consiste en movilizar el músculo de la mandíbula en varias direcciones:

Abrir al máximo la boca y cerrarla, despacio, repetir 10 veces;  mover la mandíbula inferior hacia adelante, lo más que puedas, repetir 10 veces; mover la mandíbula inferior hacia ambos lados, de izquierda a derecha, 10 veces; y finalmente, hacer círculos con la mandíbula inferior, 10 veces.

Los movimientos circulares puedes realizarlos colocando los dedos índice y medio sobre la barbilla, aflojar la mandíbula y hacer los movimientos. Otra variante de este ejercicio consiste en colocar las manos a los lados de la mandíbula y realizar los movimientos circulares.

Algunos expertos aconsejan realizarlos durante 3 o 4 minutos.

Con estos ejercicios estarás dando un masaje interno al músculo maxilar y favorecerás su relajación.

Así mismo se sugiere la relajación de la lengua ya que esta se relaciona directamente con la mandíbula inferior. Esto se puede lograr de dos maneras: sacando la lengua estirándola lo más que se pueda, varias veces y luego, con la boca cerrada presionar el paladar y la parte interna de las mejillas con la lengua.

Es importante que durante todo el día estés consciente de cuándo presionas la mandíbula. Debes proponértelo y tratar de no olvidarlo. Al notar la presión, afloja, relaja. Al principio puede ser difícil de recordar, pero si te lo propones realmente, lograrás hacerlo con frecuencia hasta conseguir una relajación constante.

Para ello, aún en el mismo trabajo, practica a “darte-cuenta-de” todo lo que esté a tu alrededor, “darte-cuenta-de” el trabajo que realizas paso a paso, objeto por objeto, sólo date cuenta. Esto hará que practiques la presencia, la cual trae inherente una relajación de todo músculo de tu cuerpo, especialmente el maxilar.

Masaje músculos mandíbula

Así como los ejercicios de estiramiento y de relajación, también puedes complementar aplicándote masajes. He aquí algunas sugerencias de masaje músculos mandíbula fáciles de realizar en casa, al llegar del trabajo o antes de acostarte.

Los expertos en masajes sugieren, por ejemplo, masajear suave y lentamente desde la sien hasta los pómulos, repitiendo este movimiento varias veces. A continuación, seguir desde los pómulos hacia abajo, por la mandíbula.

Luego, colocar los dedos en la articulación de la mandíbula, es decir, detrás de la oreja, por su lado inferior, y masajear desde allí por toda la mandíbula hasta llegar a la barbilla. Repetir varias veces.

Con estos masajes, la relajación, las prácticas de presencia y ser conscientes de la tensión para aflojar, podrás mejorar considerablemente los síntomas del bruxismo.

Contractura mandibular solución

La tensión en nuestra mandíbula por efectos del estrés, como se ha dicho anteriormente, puede traer consecuencias negativas como desgaste de los dientes por la presión y dolores de cabeza y cuello.

Sin embargo, realmente la contractura mandibular es un síntoma de tensión general del cuerpo y es allí donde debemos iniciar la curación, buscando qué es lo que nos está estresando para eliminarlo. Esa sería la base de la contractura muscular solución.

Los ejercicios articulación temporomandibular son una de las soluciones efectivas.

Los médicos colocan entre los problemas derivados de la tensión mandibular las llamadas disfunciones temporo-mandibulares.

Los síntomas de esta disfunción serían los ya mencionados: dolores de cabeza, detrás de los ojos, hombros, cuello y oído, dolores en músculos de la masticación, poca capacidad de apertura de la boca, mareos, dolor al tragar, hormigueo en la cara y depresión.

Y entre los factores que propician esta disfunción se encuentran los emocionales. Aunque su tratamiento se centra en fisioterapias, también contemplan tratamientos sicológicos.

Finalmente, debemos indicar que, si bien los ejercicios mandíbula cuadrada que se promocionan para mejorar el aspecto del rostro son positivos a ese fin, debemos observar cuidadosamente que, en lugar de beneficiar pudiesen tensar aún más la articulación.

Si estás practicando algún ejercicio de este tipo, te recomendamos insistir luego y diariamente en las prácticas de relajación.

Y, en caso de que, junto al bruxismo se manifiesten dolores fuertes, mareos, otitis, vómitos o cualquier síntoma preocupante… acude al médico sin dudarlo.


Otros Artículos De Interés