Texto de relajación
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Llegar a un estado de relajación total es algo complicado de conseguir en estos tiempos que corren, ser capaces de dejar de pensar en todo lo que nos rodea, y simplemente abandonar nuestro cuerpo y nuestra mente.
Sin embargo es una de las prácticas más importantes a la hora de ser capaces de meditar y de alcanzar un estado de paz total y absoluto.

Normalmente estamos acostumbrados a escuchar audios para esto, sin embargo no siempre es la mejor opción ya que las propias ondas del audio hacen que la relajación se complique, y no siempre es posible estar escuchando un texto en voz alta.

Por ello, en esta ocasión te vamos a dar la solución dejándote a continuación un bonito texto de relajación guiada con el que alcanzarás ese estado de tranquilidad que tanto necesitas.

Léelo con calma, dejando que las palabras fluyan por tu mente, no tengas prisa y cuando por fin lo acabes, cierra los ojos y respira de forma consciente durante unos minutos.
Verás que cuando acabes la sesión habrás alcanzado esa paz que estabas buscando.

Historias para relajarse

Ahora, estando sentado o tumbado sobre un lugar en el que te sientas tranquilo y calmado, ve dejando que tu cuerpo y tu mente se relajen.

Nota como cada uno de tus músculos, como cada parte de ti, se va relajando poco a poco, se va soltando, calmando…
Tu cuerpo se va hundiendo, poco a poco y parte a parte, primero tus pies, luego tus piernas, tu estómago, pecho, y finalmente los hombres y la cabeza.

Ahora todo tu cuerpo y todo tu ser se encuentra plácidamente en calma y relajado.
Notas como en cada una de tus respiraciones, te vas hundiendo más y más, tu cara, tus labios, tus mejillas se sueltan y se relajan sus músculos.

Vas adentrándote en una relajación completa y absoluta, a tu alrededor solo hay paz y tranquilidad.
Te sientes bien por toda esa calma que te va invadiendo y envolviendo, estas disfrutando de este preciso instante, tu boca se va convirtiendo en una leve sonrisa que refleja la relajación que estás experimentando.

Estás aquí y ahora en este preciso instante sin tener nada que hacer, solo notas el silencio.
Vas notando tu respiración, cada vez eres más consciente de cómo el aire entra y sale de tus pulmones, no intentas controlarla, simplemente dejas que fluya dentro de ti.

En cada inhalación, notas como va llenando primero tu pecho, luego tu abdomen… cuando por fin exhalas tu pecho se vacía, y después también lo hace tu abdomen, notas cómo fluye de forma natural, sin sobresaltos, va y viene, va y viene…
No cambies la armonía de la entrada del aire a tu cuerpo, pero si quieres puedes alargar la exhalación para que todo el aire sea expulsado de tu cuerpo, ya que de ese modo estarás sacando con el aire todo lo malo, te estarás limpiando por dentro y te sentirás más armonioso.

En cada bocanada de aire nos vamos llenando de felicidad, de alegría, de amor, de buenos pensamientos…
Seguimos así inhalando y exhalando durante unos minutos, respirando de forma consciente para volver a renacer más limpios y más puros, llenos de una luz intensa y alegre que nos hace sentir bien por dentro.
Sigue visualizando y observando el aire que entra y que sale de tu cuerpo, deja que poco a poco te vaya llenando más y más de alegría y felicidad.

Cuando te sientas totalmente relajado y armonioso, lleva tus manos al centro de tu pecho y quédate así, sintiendo el contacto contigo mismo, sintiendo cada uno de los latidos de tu corazón, los cuales están llenos de vida, alegría y amor.

Ahora todo ese aire que aspiras lleno de buenos pensamientos, está yendo directo a tu corazón, te limpia y te cura por centro.

Solo puedes sentir gratitud, armonía, bendiciones, compasión, tranquilidad, serenidad, amabilidad…
Ya has dejado atrás los malos pensamientos que nos acechan a diario, ahora solo puedes pensar en perdonar y en hacer sentir bien al mundo que te rodea, ya no juzgas, ya no piensas mal de nada ni de nadie.
Eres querido por todos, por ti mismo y por los demás, y tú también vas a amar a los que te rodean, porque estás lleno de luz y de vida.

Visualiza el amor, visualiza la luz, visualiza todo lo bueno que tienes en cada una de tus inspiraciones…
Permanece así durante unos minutos, solamente sintiendo buenos pensamientos y las cosas importantes de la vida.

Entonces poco a poco ve dejando las manos a un costado de tu cuerpo de forma lenta y tranquila, y muy pausadamente ve relajando tu respiración hasta que creas que ha llegado el momento de dejar de meditar y de volver al mundo.
Verás cómo gracias a esta meditación, a este texto de relajación ves las cosas de otro modo diferente, por ello no dudes en repetirla tantos días como creas necesario.


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